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Descubriendo los tejidos artesanales del Valle de Zaquencipa
Sombrero
Pkwapkwa
En muisca:
El sombrero boyacense, una prenda emblemática de la región andina de Colombia, no solo es un accesorio práctico para protegerse del sol y el clima, sino también un símbolo cultural profundamente arraigado en las tradiciones campesinas de Boyacá. Con una historia que abarca tanto la producción local de materiales como la influencia de técnicas y estilos internacionales, el sombrero en esta región ha evolucionado hasta convertirse en una pieza clave de la identidad boyacense.
Sombrero de Tapia Pisada
Uno de los sombreros más representativos de la región es el de tapia pisada, fabricado con fibras vegetales como el palmiche (fibra extraída de la palma de ramo) y el fique. Este sombrero, asociado principalmente a los campesinos, destaca por su durabilidad y resistencia, lo que lo hace ideal para el trabajo agrícola en el campo. Elaborado mediante técnicas tradicionales de trenzado, el sombrero de tapia pisada es una prenda que requiere destreza y paciencia en su confección, transmitiendo de generación en generación los conocimientos artesanales necesarios para su fabricación.
El proceso de elaboración de este sombrero involucra la recolección de la fibra, su tratamiento y el posterior tejido en forma de trencilla, técnica que le da al sombrero su característico patrón y textura. Su estilo sobrio y funcional lo ha convertido en una prenda esencial para el campesino boyacense, adaptándose perfectamente al clima y las labores diarias.
Sombrero de Fieltro
En contraste con el sombrero de tapia pisada, el sombrero de fieltro ha jugado un rol importante en la vestimenta festiva y ceremonial de los habitantes de Boyacá. El fieltro, un material textil con una larga historia, se obtiene a partir del apelmazado de fibras, originalmente de lana o piel, bajo la acción del calor y la humedad. En Boyacá, los sombreros de fieltro fueron introducidos por influencia europea, particularmente española, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando la moda del sombrero de castor y otros tipos de fieltro eran muy populares.
El fieltro de castor, valorado por su suavidad y durabilidad, fue durante siglos el material preferido para sombreros de alta calidad en Europa y América del Norte. En Boyacá, con la llegada de los colonizadores, el sombrero de fieltro se adaptó a las festividades locales y fue adoptado por los campesinos en sus celebraciones y romerías, desplazando al sombrero jipa, otro sombrero de palma utilizado anteriormente en la región.
Evolución del sombrero boyacense
A lo largo del siglo XX, el sombrero de fieltro y el de tapia pisada se consolidaron como piezas esenciales del traje típico boyacense. En días festivos y celebraciones religiosas, el sombrero de fieltro era el elegido, mientras que el de tapia pisada continuaba siendo el sombrero del día a día para los campesinos. El sombrero boyacense, en sus distintas variedades, no solo cumple una función protectora frente al clima, sino que también refleja el estatus y la identidad cultural de quien lo porta.
Hoy en día, aunque el sombrero boyacense ha sido influenciado por la modernidad y la globalización, sigue siendo un símbolo de orgullo regional. Las técnicas de fabricación tradicional se mantienen en algunas comunidades, y el sombrero sigue siendo parte fundamental del atuendo folclórico y festivo de Boyacá, representando una conexión con el pasado y la preservación de un legado cultural.
Bibliografía: .sinic.gov.co/SINIC/ColombiaCultural/ColCulturalBusca.aspx | historiadeboyacapueblos.weebly.com/traje-tiacutepico.html