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Descubriendo los tejidos artesanales del Valle de Zaquencipa
Lámpara
Wat pyna chié
En muisca:
(luz colgada)
Las lámparas artesanales boyacenses representan una interesante fusión entre la tradición ancestral y el diseño contemporáneo. En la región de Gachantivá, Boyacá, las técnicas de cestería, que por siglos han sido empleadas para la creación de objetos utilitarios como canastos, han encontrado una nueva aplicación en la confección de lámparas decorativas.
La artesanía boyacense en evolución
El trabajo de artesanos como Johana Suárez es un ejemplo de cómo la artesanía tradicional puede evolucionar para adaptarse a las necesidades modernas. Las lámparas de iche de Gachantivá representan un puente entre el pasado y el presente, manteniendo vivas las técnicas ancestrales de cestería mientras las llevan hacia nuevas aplicaciones creativas. Este tipo de innovación no solo preserva el patrimonio cultural del Alto Ricaurte, sino que también impulsa la economía local al ofrecer productos únicos y sostenibles que son valorados tanto a nivel local como internacional.
En resumen, las lámparas artesanales boyacenses son más que simples fuentes de luz: son una expresión de identidad cultural, una manifestación de la creatividad artesanal y un compromiso con la sostenibilidad y la preservación de las tradiciones locales.
Lámparas en Iche: Una conexión con la tradición
El uso del iché, una fibra vegetal que se obtiene de plantas nativas de la región, es fundamental en la creación de estas lámparas. Tradicionalmente, el iché ha sido utilizado para la fabricación de canastos, pero hoy en día, artesanos locales lo emplean para crear luminarias únicas. Johana Suárez ha adaptado esta técnica de cestería para diseñar lámparas que no solo cumplen una función utilitaria, sino que también son piezas de arte que realzan los espacios con su textura natural y su trabajo minucioso.
El proceso artesanal
El proceso de elaboración de las lámparas de iche comienza con la recolección de las fibras, que luego son seleccionadas, preparadas y tejidas con técnicas ancestrales. La técnica de trenzado y entrelazado empleada en la creación de estas lámparas sigue los mismos principios que se aplican a la cestería tradicional. Cada lámpara es confeccionada a mano, lo que garantiza que cada pieza sea única, no solo en su diseño, sino también en la distribución y manejo de la luz.
Diseño único y sostenible
Las lámparas de iché de Gachantivá se destacan por su enfoque en la sostenibilidad. Al ser fabricadas con materiales naturales, estas lámparas respetan el medio ambiente y ofrecen una alternativa ecológica a las luces industriales. El iché es un recurso renovable que se puede cosechar de manera responsable, lo que contribuye a la conservación de las tradiciones locales y el ecosistema regional.
Además de su valor ecológico, las lámparas de cestería aportan una calidez única a los espacios. El entrelazado de las fibras crea patrones de luz y sombra que añaden una dimensión artística a la iluminación, transformando una lámpara en un objeto decorativo que puede ser el punto focal de cualquier habitación.