Chiswa | Recursos y materiales
Descubriendo los tejidos artesanales del Valle de Zaquencipa
Lana
Chana*
En muisca:
(* hispanismo)
La lana es una de las fibras naturales más antiguas y versátiles que se conocen en la historia de la humanidad. Se obtiene principalmente de las ovejas, pero también proviene de otros animales como llamas, alpacas, vicuñas, guanacos y conejos. Su popularidad y uso se han mantenido a lo largo de los siglos debido a sus características únicas: es cálida, elástica, resistente y naturalmente aislante. Desde los primeros momentos en que el ser humano domesticó a los animales productores de lana, se ha aprovechado esta fibra para la confección de ropa que protege contra el frío y el viento, esencial para la supervivencia en climas adversos.
Historia de la Lana en la industria textil
La historia de la lana en la industria textil se remonta a miles de años. Desde el 10,000 a.C., ya se hilaba y tejía lana en el norte de Europa. Las técnicas rudimentarias de hilado, como el uso del huso y el torno, permitieron transformar las fibras de lana en hilos continuos que luego podían tejerse en telares. Estas técnicas evolucionaron a lo largo de la historia y fueron adoptadas y adaptadas por diferentes culturas, desde las civilizaciones mesopotámicas hasta los romanos, quienes extendieron su uso por Europa.
En la Edad Media, la producción de lana se convirtió en una actividad económica clave en regiones como Inglaterra, Flandes y Castilla. Estas zonas se hicieron famosas por la calidad de su lana y textiles, estableciendo un comercio próspero que trascendió fronteras. Durante esta época, la lana no solo era un material textil sino también un producto de intercambio comercial y un símbolo de riqueza.
El uso de la lana en Los Andes
En América del Sur, las comunidades indígenas como los incas y los pueblos andinos precolombinos utilizaron fibras de camélidos como la alpaca, la llama y la vicuña para la confección de sus textiles. La lana de estos animales era ideal para crear prendas cálidas que les protegieran del frío extremo de las alturas andinas. Además, la lana de vicuña, por su finura y suavidad, estaba reservada para la nobleza, lo que indica el valor que se le atribuía a este material.
En el territorio de la actual Colombia, los muiscas también trabajaron con lana de alpaca antes de la llegada de los españoles. Criaban estos camélidos en las altas montañas de los Andes, donde se adaptaban perfectamente a las condiciones climáticas. La lana de alpaca proporcionaba una fibra resistente y cálida, ideal para elaborar sus mantas y prendas tradicionales.
La introducción de la lana ovina en Colombia
Con la llegada de los conquistadores españoles al continente americano, se introdujeron ovejas en el territorio colombiano. A diferencia de los camélidos nativos, las ovejas eran principalmente criadas por su carne, aunque la lana también empezó a aprovecharse. Las primeras ovejas traídas por los españoles pertenecían a razas como la churra y la manchega, conocidas por su rusticidad y adaptabilidad a diferentes climas. Estas razas, cruzadas a lo largo de los siglos, dieron origen a lo que se conoce hoy como la oveja criolla colombiana. Aunque su producción de lana no ha sido promovida como en otros países, sigue siendo una fuente importante de abrigo y sustento para las comunidades rurales, especialmente en las zonas andinas.
La industria textil lanera en Boyacá
Hoy en día, la lana sigue siendo una fibra esencial en la producción artesanal y textil de Colombia, especialmente en regiones como Boyacá. En este departamento, los artesanos elaboran productos tradicionales como ruanas, cobijas y ponchos, empleando técnicas que se han transmitido de generación en generación. La oveja criolla, aunque de baja productividad en comparación con razas extranjeras especializadas, sigue siendo una fuente local de lana que contribuye a la sostenibilidad de las comunidades rurales. La lana se recolecta, se hila y se teje para crear productos que no solo son útiles y cálidos, sino también reflejan la identidad cultural de la región.
La modernización de la lana en la industria textil
En la actualidad, la lana se ha beneficiado de avances tecnológicos que permiten mejorar su calidad y procesamiento. Con innovaciones en el hilado y el teñido, la lana puede ser tratada para ser más suave, menos propensa a picar y resistente al encogimiento. La lana merina, una de las fibras más finas y suaves, ha ganado popularidad global gracias a estas mejoras. La industria textil moderna también ha introducido métodos más sostenibles para la cría y procesamiento de la lana, buscando mantener la tradición artesanal mientras se minimiza el impacto ambiental.
En Colombia, iniciativas para la preservación y promoción de la lana criolla buscan no solo mantener viva esta tradición textil, sino también fomentar el comercio justo y el desarrollo de productos que atraigan tanto al mercado local como al internacional. La lana no es solo un material, sino un elemento que conecta historia, cultura e identidad, una fibra que ha sido parte fundamental de la vestimenta humana durante milenios y que sigue evolucionando y adaptándose a las necesidades contemporáneas.